Recientemente he leído: Recuerdos de un
callejón sin salida de la escritora Yoshimoto, Banana
FICHA:
FICHA:
Recuerdos de un callejón sin salida
Ed. Tusquets Editores
Col. Andanzas, núm.762 Pág.216
Título original: Deddoendo no omoide
Traducción: Gabriel G. Álvarez
ISBN: 978-84-8383-336-0
Editado: junio-2011
Editado: junio-2011
En catalán también está publicada:
FITXA:
FITXA:
Editorial Tusquets Editores- 2011
Col. Ull de vidre, núm 40 Pág.197
Título original: Deddoendo no omoide
Traducción: Albert Nolla
ISBN: 978-84-8383-340-7
Editado: junio-2011
Editado: junio-2011
Se trata de un libro que recoge estos 5
relatos:
1.-
Casa de fantasmas
2.-
¡Maaadre!
3.-
La luz que llevamos dentro
4.-
La felicidad de Tomochan
5.-
Recuerdos de un callejón sin salida
Relatos que Yoshimoto escribió en 2003,
mientras ella estaba esperando su primer hijo (ella tiene 39 años). En el
epílogo confiesa que la entristecen e incluso al releerlos, consiguen hacerla
llorar. Quizás no me haya sentido tan triste como ella, pero sí que he sentido
parte de su nostalgia (natsukashisa), y su tristeza (kanashimi).
Los relatos tienen en común unas
protagonistas jóvenes, que se deben enfrentarse cada una de ellas a situaciones
difíciles a que les harán madurar: la marcha e inmediata separación de un nuevo
amor, el ejercicio de superación de un trauma infantil soterrado durante largo
tiempo, la pérdida de un amor infantil, la superación del divorcio paterno o la
infidelidad del prometido. La necesidad de analizarse, de tratar de reubicarse
en la sociedad japonesa adulta, en la que les cuesta encontrar su ubicación,
tratan de encontrar su equilibrio personal.
El estilo de Yoshimoto no es artificioso,
ni ampuloso, los relatos están escritos de manera cercana y directa, sin por ello perder la capacidad de usar unas
descripciones deliciosamente delicadas de la fugacidad de las cosas
(mono-no-aware):
“Tenía la
sensación que nos perderíamos muchas cosas -la luz de este mundo, la transparencia
de las alas de las libélulas, la belleza de los dulces japoneses en las
diferentes estaciones, el rosa pálido de
los sakura en la orilla del río, la alegría de cuando estás a punto de comer
alguna cosa deliciosa, la expectación de los preparativos de un viaje-, y que ya
no volvería a hacerse de día.” (pág.121)
Comparativa de libros de relatos de 3 autores coetáneos: Yoshimoto Banana , Murakami Haruki y Kawakami Hiromi:
Los relatos de Yoshimoto, son
conclusivos, a diferencia de Murakami Haruki, que los suele utilizar como un
banco de pruebas, como un laboratorio de ensayo, en el que los relatos pueden
según el propio escritor le “piden crecer” y los puede incorporar en alguna de
sus novelas. Otra diferencia con Yoshimoto es según el propio Murakami, explica
para él escribir relatos es un placer, y le permite relajarse de la tensión de
la escritura de las novelas, por el contrario Yoshimoto, no siente esa
felicidad sino nostalgia. Y parece que el objetivo de Yoshimoto al escribir es
proporcionar “comodidad” al lector, hacer que se sienta bien. Sus
protagonistas, regresan a Japón, superan sus traumas, a base de esfuerzo, aprenden
de sus entornos familiares, se involucran en sus negocios familiares y
encuentran su equilibrio personal… Todo parece acabar socialmente bien. No como
Murakami, que suele dejarnos sin finales tranquilizadores y frecuentemente con
más incógnitas que al inicio de la lectura.
Si comparamos los relatos de Yoshimoto
con los de Kawakami Hiromi, la temática parece similar: amor-desamor, jóvenes
protagonistas desubicados, soledad, presión familiar. Pero el tono es muy
distinto, la sensualidad de Yoshimoto es suave, delicada. La sensualidad de
Kawakami es mucho más oscura: relaciones de dependencia, dominación,
autodestrucción, incomunicación, huidas, tendencias suicidas en pareja, etc…
Para Kawakami la pasión parece ser DOLOROSAMENTE BELLA; como lo fue Mishima encontrar
el dolor de la belleza. Mientras que, algunos críticos dicen que Banana
Yoshimoto pertenece a la corriente de “AMOR PURO”.
Los 3 escritores, tienen un poso de
animismo subyacente, hablan de cocinar, la cocina, la música, comparten la
relatividad del tiempo, y la permeabilidad entre el mundo real y el mundo sobrenatural/fantástico/fantasmagórico
y los protagonistas suelen ser jóvenes con problemas de desubicación en la
sociedad japonesa adulta.
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