Considerada por algunos críticos como la mejor novela japonesa del siglo XX, estamos leyéndola en un club de lectura desde el lunes...
Sobre ella el profesor Carlos Rubio, autor de "Claves y textos de la literatura japonesa: una introducción" dijo de esta novela: "es un libro delicioso, precioso, con una capacidad evocadora del estilo y un juego de colores... que lo hacen altamente recomendable".
Primera consideración:cómo se editó originalmente?
La novela se publicó por entregas y el seguimiento de la misma fue masivo en el Japón... llegando incluso los lectores a influir en el final de la novela.
Segunda consideración: traducciones/versiones:
En castellano circulan diversas versiones que tienen notables diferencias entre ellas. Así contamos básicamente con 3 traducciones: César Durán, Juan Forn y Albert Nolla
El japonés es un idioma muy sugerente, y yo me atrevería a decir que "ambigüo" en el que más que informar... se da a entender. Por eso, a las dificultades normales de traducción de otros idiomas, hay que añadir la de la simbología propia y de la ambigüedad intrínseca de la lengua.
Pero son pocos los afortunados que pueden leer a sensei Kawabata en su idioma vernáculo y por lo tanto los demás, debemos acudir a estos "puentes" para salvar las dificultades de comprensión, que nos permiten acercarnos a la obra de este autor.
Pongo los 3 primeros párrafos del libro (con ello no desvelo nada fundamental de la obra), que corresponden a la descripción de una situación y veréis lo que comento de la traducción/versión:
"El tren salió del túnel y se internó en la nieve. Todo era blanco bajo el cielo nocturno. Se detuvieron en un cruce. Una muchacha sentada del lado opuesto del vagón se acercó a la ventanilla del asiento delantero al de Shimamura y la abrió sin decir palabra.
El frío invadió el vagón. La muchacha asomó medio cuerpo por la ventanilla y llamó al guarda como si éste se hallara a gran distancia. El hombre se acercó con lentitud sobre la nieve, sosteniendo un farol en la mano. Llevaba bien cerradas las orejeras de su gorra y una bufanda que apenas dejaba una rendija para los ojos.
Ese frío, claro, pensó Shimamura. Barracas dispersas que quizás habían sido vagones–dormitorio ocupaban la ladera congelada de la montaña. El blanco de la nieve se fundía en la oscuridad antes de posarse sobre los techos.”
Trad.: Juan Forn
"Al final del largo túnel entre las dos regiones se penetraba en el país de nieve. El horizonte había palidecido bajo las tinieblas de la noche. El tren disminuyó su marcha y se detuvo en las agujas.
La muchacha que se hallaba sentada al otro lado del pasillo central, se levantó y fue a abrir la ventana, delante de Shimamura. El frío de la nieve invadió el coche. Asomándose tanto como le era posible, la muchacha llamó al guardagujas a voz en grito, como quien se dirige a una persona lejana.
El hombre se acercaba, pisando lentamente la nieve, con una linterna en la mano levantada; una bufanda le tapaba la cara hasta la altura de los ojos, y el gorro de piel le protegía las orejas.
“Tanto frío ya?” se preguntó Shimamura, que miraba al exterior y sólo veía unas pocas chozas agazapadas al pie de la montaña, en el punto preciso donde el blanco de la nieve desaparecía ya en la noche. Sin duda las viviendas de los empleados de ferrocarril."
Traducción: César Durán (1968)
"Al salir del largo túnel que separaba las dos regiones se llegaba al País de la Nieve. El fondo de la noche era blanco. El tren se paró en un semáforo.
La chica que estaba sentada al otro lado del pasillo se levantó y bajó la ventada situada delante de Shimamura. El frío de la nieve entró en el vagón. La chica se asomó a la ventana y, como si estuviese muy lejos, llamó al jefe de estación.
Apareció un hombre caminando despacio por la nieve, con un faro en la mano. Llevaba una bufanda alrededor del cuello y la boca, y un pasamontañas que le tapaba las orejas.
Shimamura miró fuera, comprobando si hacía tanto frío. Solo vió unas cuantas barracas extendidas hasta el pie de la montaña, donde el blanco de la nieve se perdía en la oscuridad. Debían ser las casas de los ferroviarios."
Traducción: Albert Nolla (en Català)
En ellos se ven claramente las diferencias... cada uno de nosotros puede elegir su preferida...¿cuál es la que más te gusta a ti?.
Ahora es cuando hecho de menos saber algo más de japonés, para comentar cuál es la que más se ajusta al original... Le tendremos que preguntar a Nora.
Mata ne!
aoi
"El tren salió del túnel y se internó en la nieve. Todo era blanco bajo el cielo nocturno. Se detuvieron en un cruce. Una muchacha sentada del lado opuesto del vagón se acercó a la ventanilla del asiento delantero al de Shimamura y la abrió sin decir palabra.
El frío invadió el vagón. La muchacha asomó medio cuerpo por la ventanilla y llamó al guarda como si éste se hallara a gran distancia. El hombre se acercó con lentitud sobre la nieve, sosteniendo un farol en la mano. Llevaba bien cerradas las orejeras de su gorra y una bufanda que apenas dejaba una rendija para los ojos.
Ese frío, claro, pensó Shimamura. Barracas dispersas que quizás habían sido vagones–dormitorio ocupaban la ladera congelada de la montaña. El blanco de la nieve se fundía en la oscuridad antes de posarse sobre los techos.”
Trad.: Juan Forn
"Al final del largo túnel entre las dos regiones se penetraba en el país de nieve. El horizonte había palidecido bajo las tinieblas de la noche. El tren disminuyó su marcha y se detuvo en las agujas.
La muchacha que se hallaba sentada al otro lado del pasillo central, se levantó y fue a abrir la ventana, delante de Shimamura. El frío de la nieve invadió el coche. Asomándose tanto como le era posible, la muchacha llamó al guardagujas a voz en grito, como quien se dirige a una persona lejana.
El hombre se acercaba, pisando lentamente la nieve, con una linterna en la mano levantada; una bufanda le tapaba la cara hasta la altura de los ojos, y el gorro de piel le protegía las orejas.
“Tanto frío ya?” se preguntó Shimamura, que miraba al exterior y sólo veía unas pocas chozas agazapadas al pie de la montaña, en el punto preciso donde el blanco de la nieve desaparecía ya en la noche. Sin duda las viviendas de los empleados de ferrocarril."
Traducción: César Durán (1968)
"Al salir del largo túnel que separaba las dos regiones se llegaba al País de la Nieve. El fondo de la noche era blanco. El tren se paró en un semáforo.
La chica que estaba sentada al otro lado del pasillo se levantó y bajó la ventada situada delante de Shimamura. El frío de la nieve entró en el vagón. La chica se asomó a la ventana y, como si estuviese muy lejos, llamó al jefe de estación.
Apareció un hombre caminando despacio por la nieve, con un faro en la mano. Llevaba una bufanda alrededor del cuello y la boca, y un pasamontañas que le tapaba las orejas.
Shimamura miró fuera, comprobando si hacía tanto frío. Solo vió unas cuantas barracas extendidas hasta el pie de la montaña, donde el blanco de la nieve se perdía en la oscuridad. Debían ser las casas de los ferroviarios."
Traducción: Albert Nolla (en Català)
En ellos se ven claramente las diferencias... cada uno de nosotros puede elegir su preferida...¿cuál es la que más te gusta a ti?.
Ahora es cuando hecho de menos saber algo más de japonés, para comentar cuál es la que más se ajusta al original... Le tendremos que preguntar a Nora.
Mata ne!
aoi
Yo lei la traduccion de Cesar Duran, que si bien no se si es la mas fiel, si me parecio la mas poetica.
ResponderEliminarEste libro, como "El ganso salvaje" de Ogai Mori, me resultó muy inspirador. Ambos autores dibujan muy bien la evolución de un amor no correspondido a través del tiempo de un modo muy sugerente. En el caso de "País de nieve" el paralelismo entre la climatología y las relaciones de los personajes llevan al lector a un mundo evocador y asfixiante.
Sin duda, este libro fue un gran descubrimiento.